Las aceras de Tokio, sus riberas y caminos están siendo parte de la inmensa popularidad que ha adquirido el trotar. Si bien los trotadores no eran vistos a menudo en la parte central de Tokio, a medida que han pasado los años, su número ha incrementado y ahora parece haber uno en todos lados, incluso recobrando el aliento a la hora de la comida.
Con una calidad de aire inusualmente buena para una gran ciudad, aquellos que conocen bien las pistas urbanas de Tokio disfrutan de una experiencia muy placentera al correr. Mejor aun, el trotar es una excelente manera de explorar tanto el destellante centro urbano, como los enclaves históricos difíciles de encontrar a simple vista.
Una de las rutas de trote más populares rodea el Palacio Imperial en el corazón de la “Zona Patrimonial”, área contemplada en la candidatura de Tokio 2016. Después de andar por varios lugares famosos, como la puerta de Sakuradamon, el Meganebashi y los Jardines del Este, la pista cubre cinco kilómetros en total.
Los trotadores pueden encontrarse también a lo largo de las riberas de los tres ríos principales de Tokio, Sumida, Edogawa y Tama. Todas las riberas tienen pistas escénicas e ininterrumpidas que atraviesan la ciudad antes de que los ríos desemboquen en la bahía de Tokio.
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