Cuarta parte: Por nuestros hijos. Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos
Shuzo Matsuoka
Shuzo es un tenista profesional retirado que ahora se gana la vida trabajando como comentarista deportivo en la televisión. Empezó su carrera como tenista profesional en 1986 y en 1992 fue el primer japonés en ganar el evento de singles en el torneo ATP de Seúl. Su mejor desempeño en el Grand Slam fue en Wimbledon 1995 cuando llegó a los cuartos de final. Su rango internacional más alto, el 46º en singles lo obtuvo en 1992
.
Desde su retiro del tenis profesional en 1998, Shuzo se ha convertido en una personalidad deportiva muy popular en Japón conocido por su carácter apasionado y enérgico.
Shingo Kunieda
Shingo es un pionero del tenis en silla de ruedas. Ganó una medalla de oro en dobles durante los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Y nuevamente, en los Juegos de Beijing, obtuvo otra medalla de oro en singles y una de bronce en dobles.
Shuzo: La gente que presenció las Olimpiadas de 1964, a menudo comenta que los Juegos tuvieron un impacto profundo en sus vidas, muchos de ellos eran niños en aquellos días.
(PHOTO:Photo Kishimoto)
Shingo: Me gustaría que los niños japoneses de hoy pudieran experimentar lo mismo, poder ver los Juegos en vivo. El entusiasmo y la euforia que se siente al presenciar estos eventos en vivo no pueden igualarse. Incluso siendo un adulto, recuerdo que la emoción que sentí al ver la competencia de Kitajima (braza de pecho) y el desempeño del equipo de sóftbol en Beijing fue tan fuerte, que rompí en llanto cuando ganaron las medallas de oro. El suceso me dio valor y pensé, “Ahora vienen los Paralímpicos, ¡es mi turno!” Los niños tienen tanta sensibilidad que presenciar los Juegos en vivo seguramente los inspirará para hacer grandes cosas.
Shuzo: En estos días hay muchos niños que viven en un ambiente carente de metas y sueños, ¿qué opinas sobre eso?
Shingo: Es terrible. Tener una meta y el luchar por alcanzarla, incluso si no se consigue, es mejor que nunca haber hecho el intento. Cuando empecé a jugar tenis, nunca me imaginé que llegaría a ser el número uno del mundo. Sin embargo, a medida que me esforzaba en los entrenamientos, me di cuenta de que llegar al ser el número uno era posible. Después, una vez que había llegado a la cima, comprendí que puedes perderte de muchas cosas maravillosas de la vida si no te entregas completamente a lo que estás haciendo. No quisiera que la gente se rindiera antes de intentarlo, es necesario retarse a sí mismo y dar el 100% en todo lo que hagamos.
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